Hay payasos tristes
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6. HAY PAYASOS TRISTES.
Muchas
veces en la vida, muchas veces en la radio, he tenido conversaciones con
personas que, en realidad, siento, me doy cuenta, que simulan ser lo que no
son, hay gente que trabaja de divertir a los otros, hay gente que trabaja de
hacer reír a los demás, pero no porque este sea un trabajo, no, no, no son
tampoco payasos, se toman el trabajo, de divertir a los otros, se toman
el trabajo de estar siempre bien, siempre bien para todo el mundo claro, menos
para ellos mismos, y cuando llegan a su cuarto, cuando los encuentra la noche,
entonces sienten la soledad, la soledad que lastima, o la soledad que regocija,
la tristeza por no ser como son, por no mostrarse como sienten, hay personas
que con tal de tener el cariño de los otros, hacen cualquier cosa, cualquier
cosa hasta dejar de ser ellas mismas, hay una historia, hay una historia en
verso, en poesía, que cuenta algo parecido a lo que le sucede a mucha gente…
“viendo a guerric, actor de la Inglaterra , el pueblo al aplaudirlo le decía:
eres el mas gracioso de la tierra y el mas feliz, y el cómico reía, víctima del
stress, los altos lores, en sus noches mas negras y pesadas, iban a ver al rey
de los actores y cambiaban aquel stress por carcajadas, una vez ante un médico
famoso, llegó un hombre de mirar sombrío, sufro... le dijo, un mal tan
espantoso como esta palidez del rostro mío, nada me causa encanto ni atractivo,
no me importa mi nombre, ni mi suerte, en un eterno dolor muriendo vivo y es mi
única pasión, la de la muerte, -viajad y os distraeréis dijo el médico, tanto
he viajado , contestó, las lecturas buscad, tanto he leído, bueno que os ame
una mujer, si soy amado, un título adquirid, noble he nacido, pobre sois quizás,
tengo riquezas, de adulaciones gustáis, tantas escucho, que tienes de familia,
mis tristezas, vas a los cementerios, mucho, mucho, dime de vuestra vida
actual, tienes testigos, si pero no dejo que me impongan yugos, yo les llamo a
los muertos mis amigos, y les digo a los vivos mis verdugos, me deja, agregó el
médico, perplejo vuestro mal y no debe acobardaros, tomar hoy por receta este
concejo, solo viendo a Guerric podréis curaros, a Guerric, si a Guerric,
hombre, la mas remisa y austera sociedad lo busca ansiosa, todo aquel que lo ve
muere de risa, tiene una gracia artística asombrosa, y a mi me hará reír
doctor, oh sí, os lo juro, él si, nada mas que él, pero que es ese rostros, que
os inquieta, así –dijo el enfermo- no me curo, yo soy Guerric, cambiadme la
receta… “
Cuantos
hay cansados de la vida, enfermos de pesar, muertos de tedio, te hacen reír
como el actor suicida sin encontrar para su mal, remedio, hay cuantas veces al reírse,
llora, nadie en lo alegre de la risa
fie, porque en los seres en que el dolor devora, el alma llora, cuando el
rostro ríe, si se muere la fe, y huye la calma, si solo abrojos nuestra planta
pisa, lanza a la faz la tempestad del alma, un relámpago triste, la sonrisa, y así
el carnaval del mundo engaña tanto, que las vidas son breves mascaradas, aquí
aprendemos a reír con llantos y también a llorar con carcajadas,
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